Las botellas de vino se crean para contener líquido, aunque después de un punto — solo pueden contener tanto. La levadura produce un gas (dióxido de carbono) mientras fermenta el vino. Este gas se genera mientras el vino madura y se vuelve apto para beber. Cuando la botella está cerrada, el gas no tiene salida, por lo que puede acumularse dentro y hacer que la botella explote. Esto es común cuando la botella ha sido almacenada en un lugar como una ventana soleada o una habitación caliente.
También las botellas Spirit pueden explotar si el vidrio tiene una grieta o un chip. Y si el vidrio está descascarillado, puede debilitar las botellas y hacerlas romperse más fácilmente. Si la presión en el interior aumenta significativamente, puede hacer que la botella explote y los fragmentos de vidrio volarán lejos.
De manera amenazante, separar las botellas de vino cuando notes cualquier grieta o astilla, deséchala inmediatamente. Puedes tomar todas las precauciones de seguridad. Coloca las botellas de vino en un lugar más fresco, más oscuro y más seco, alejado de la luz solar lo más posible. Esto ayudará a evitar explosiones (הפריצות) y mantener el vino fresco.
Nunca intentes abrir una botella abultada o agrietada. ¡Puede explotar por la presión interna! En su lugar, llévala afuera y colócala en un contenedor seguro (como una caja) lejos de cualquier otra cosa que pueda ser dañada. Estas botellas están diseñadas para manejar suavemente.
¡Una botella que estalla puede ser extremadamente fuerte y sorprendente! Si estás cerca, puede ser un sonido aterrador y podría asustarte. Después de eso, durante aproximadamente otro minuto no escucharás nada, el ruido es demasiado grande. Es muy peligroso debido al vidrio roto, así que siempre debes ponerte ropa de seguridad y equipo de protección ocular cuando trates con una botella que pueda causar una explosión.
Bueno, la razón por la que una botella de vino puede explotar es bastante obvia. Cuando el vino fermenta, produce dióxido de carbono que crea presión dentro de la botella. Se convierte en gas y si la botella no puede liberar este gas, comienza a acumularse, lo que lleva a una explosión. Esto, por supuesto, también acelerará el proceso e incrementará la presión del gas de la misma manera.
Además, hay otros factores que pueden hacer que una botella explote: puntos débiles en el vidrio. El cambio rápido de caliente a frío en el vidrio puede provocar un cambio de forma, por lo que la botella puede romperse. Por eso las botellas no deben manipularse bruscamente y nunca deben pasar de un calor abrasador a un ciclo completo de frío en un solo paso.